Una ruta muy especial donde el participante por medio de la bicicleta, logra conectarse con el interior de la ciudad y la transformación.
Rodamos entre senderos urbanos, ciclo rutas, cruzamos parques y observamos la vida en movimiento, los personajes de ciudad, la cultura y sobre todo disfrutamos del paisaje del Valle de Aburrá, un paisaje que se pinta de colores y hoy rodamos para sentir y vivir una experiencia positiva.